Los juguetes eróticos innovan permanentemente. Hace ocho años que compramos nuestro primer vibrador de varita y desde entonces he probado otras versiones para este sitio web.
El masajeador curvo es uno de ellos. Este parece muy futurista. La parte inferior brillante es una reminiscencia de los setenta, cuando se pensaba que los viajes espaciales iban a formar parte de nuestras vidas cotidianas. En realidad, la línea Rosy Gold se diseñó pensando en el estilo Art Nouveau de los años veinte. Pero el juguete propiamente dicho es un juguete del siglo veintiuno.
Este masajeador viene en una caja negra. La caja está bien diseñada y destaca entre otros juguetes del mercado. Sin mujeres desnudas estridentes ni diseños minimalistas que han estado de moda durante los últimos años. Los detalles de estilo Art Nouveau están muy logrados. Creo que es un cambio agradable en el que se ha pensado a conciencia y se ha ejecutado perfectamente.
El contenido de la caja
La caja incluye el vibrador, un cargador y un cartel para la puerta. Los mensajes descarados del cartel me hicieron gracia. En una cara pone "Pasándolo bien" y en la otra "Los bancos están cerrados". Este tipo de detalles me gusta.
Lo más destacable del vibrador es que está hecho de plástico duro y la punta es de silicona. Puede parecer un poco barato, pero creo que el diseño lo compensa. El botón también es de silicona y no funciona tan bien. La parte superior del botón casi se pierde debajo del plástico duro, por lo que a veces resulta difícil manipularlo. Se puede superar, pero no es ninguna maravilla. El vibrador es resistente al agua y muy silencioso, hasta en los ajustes más altos. Tiene diez ajustes diferentes, que van desde una vibración continua hasta diferentes intensidades. El juguete se recarga con un cable USB. Las vibraciones no son tan potentes. También parece que vibra más fuerte cuando lo sujetas con la mano que cuando te lo pones en la piel. Esto me hace dudar si este vibrador me provocará un orgasmo.
En la práctica
Confirmado: sí que tuve un orgasmo. Y además, con bastante facilidad. El ajuste más suave en un poco flojo para mí, pero el segundo ajuste es suficiente. Es un vibrador muy bueno. Es fácil de encender, se puede cambiar fácilmente de un menú a otro y la punta provoca una sensación genial. La parte inferior del juguete también sirve para estimular. La probé, pero no me impresionó mucho. Las vibraciones de esa parte son muy flojas para que me hagan algo. Lo que sí me gusto es que el diseño te permite mezclar las cosas. Por ejemplo, puedes poner la punta más en la vagina, con el extremo del mango tocándote el clítoris. Me pareció una forma de genial para mejorar la estimulación. La estimulación de la punta me bastó para tener un orgasmo.
Conclusión
El masajeador curvo Rosy Gold es un vibrador bien diseñado que ofrece mucha calidad por lo que cuesta. Es un juguete sencillo que cumple su función y es capaz de provocarte un orgasmo sin problemas. Las vibraciones no solo sirven para el clítoris, sino también para los pezones o, en realidad, para cualquier parte del cuerpo. Es apto para principiantes y usuarios avanzados, porque las vibraciones más ligeras son agradables y las más potentes te ponen las pilas de verdad. Es de plástico, pero la verdad es que eso no importa cuando lo estás usando. Así es más fácil de limpiar. Para mí, este masajeador aprueba con creces.